Aislamiento térmico y acústico superior
El aislamiento y la cámara de aire trabajan en conjunto para mantener la temperatura estable y reducir el ruido exterior.
Protección frente a la humedad
El aire circulante expulsa el vapor de agua que proviene tanto del interior como del exterior, evitando patologías en muros y forjados.
Confort y salubridad
El edificio se mantiene libre de humedades, hongos y malos olores, cumpliendo con exigencias básicas de higiene y salud.
Ahorro energético
Al reducir la demanda de calefacción y refrigeración, se traduce en menores facturas y menor huella de CO₂.
Visita técnica y diagnóstico
Evaluamos la superficie existente, calculamos cargas y analizamos la viabilidad según normativa.
Diseño y personalización
Selección de acabados: cerámicos, porcelánicos, composite, fenólicos, piedra o lamas metálicas. Definición de juntas ocultas y remates.
Montaje de subestructura
Fijación de perfiles de aluminio o acero galvanizado, nivelación milimétrica y comprobación de anclajes.
Colocación del aislamiento
Paneles de 80 – 120 mm de PUR/PIR o 100 – 120 mm de lana mineral, sellado de juntas para garantizar estanqueidad.
Instalación de la cámara de aire
Se asegura un espacio uniforme de 20 – 40 mm, garantizando la circulación natural del aire.
Fijación del revestimiento
Montaje de placas ventiladas con anclajes ocultos, sincronizando el trabajo en interior/exterior para optimizar tiempos.
Remates y pruebas finales
Colocación de perfiles de esquina, sellado de juntas perimetrales y pruebas de estanqueidad para certificar rendimiento.
Preguntas frecuentes
